No es por nada, pero hay que admitir que el traje de Spider-Man es uno de los más chulos e icónicos de toda la historia superheróica. Sin embargo, se han dado casos en los que nuestro héroe ha tenido que vestir ciertas versiones diferentes de su clásica indumentaria rojiazul.
Por eso, he decidido dedicar unas cuantas entregas aperiódicas a repasar (más o menos cronológicamente) algunos de los disfraces más curiosos e inverosímiles que Spidey ha lucido a través de los años.
En realidad, aquí más bien tendríamos que hablar de un "no traje", ya que lo que el bueno de Peter vistió en aquella ocasión se limitaba a una ropa vieja y holgada (que facilitase sus movimientos en el ring), y algo así como una máscara improvisada con un chorro de telaraña (con que salvaguardar su identidad).
Admito que no es un traje, vale, pero por su importancia en la trayectoria del personaje, creí que no estaba de más recordarlo. En unos días, continuamos nuestro repaso...
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